En la parte posterior de mi casa tengo un pequeño patio donde suelo hacer vida por las mañanas, me gusta desayunar mi café con leche, mas bien mis cafés con leche antes que apriete el calor y es un pequeño placer cenar entre velas en silencio con el suelo mojado despues de atemperar mis calas, descalzo y a la fresca.
También tengo un huerto pero lo he convertido en un pequeño ecosistema donde crecen las plantas autóctonas y viven en paz y procrean la fauna del paraje, amos! lo tengo abandonado y la verdad no hay cojones a entrar ahí, eso si, sí hay que jugarse la vida porque mi vecina me pida una ramita de romero para la paella, uno va y se la juega. Sigue leyendo