Cervan, el quiosquero de San Genaro , se proclamaba ya en tiempos de Franco, monárquico convencido, y la verdad, no sé en que época era más mal mirado, sin aquellos lejanos años de dictadura y represión u hoy en día en este país donde afloran cada día más, los apátridas y los nacionalismos oportunistas.
Acostumbrado hace años a alejarme de discusiones sin sentido e infructuosas de la política, ha llegado un punto que se me han hinchado las narices, por no decir los cojones que suena más a premio Nobel.
Dicho motivo es es que he llegado hasta el hastío, el oír en toda tertulia que se precie de café, copa y puro, allá por donde vaya, la abdicación de nuestro Rey y todo lo que conlleva. Sigue leyendo