El extraño caso del Doctor Cigoto y el Lucerne «robot» jump hour

7 diciembre, 2013 de Enrique 4 comentarios

Era una tarde de jueves, cuando el flujo vital que entre semana se me ha ido evaporando vuelvo a reponerlo en mi descanso, me encontraba en un resort en Aruba haciendo la bomba en una piscina mientras los escandinavos sexagenarios me observaban embobados con sus caras sonrosadas , mientras, Jessica Alba me preparba con mimo mi sexto vodka martini, agitado, no revuelto, tres medidas de Gordon’s, una de vodka, media de Kina Lillet. Agítese muy bien hasta que esté helado, y añádase una fina corteza de limón». cuando sono el teléfono y me desperté.
Para variar no sabía donde me encontraba, es la cruz de los nomadas, descolgué el auricular.

– Dígame.

 

– Hi fiend, sorry, are you Turboman or also known as the  San Marcelino´s tripod?

– Yes, I am

– My name is Dr. James Edward Eat Zygote

– Yes I am (intentaba que la conversación fluyese)

– I’m the director of the research department of alien life in space and on earth survival of the
University of Quantico, Virginia.

Mis ojos se abrieron como platos, habia mentado la palabra mágica para mi » Space»

– Yes…I am…

El Doctor Eat Zygote ma hablaba muy pausado y con claridad como sí se dirigiese a un sordo, cosa que me hizo sospechar, aquel tipo hablaba en serio.

Durante los viajes de mi juventud había aprendido el suficiente inglés para hacerme entendender allá donde fuere.

Ok.

I am

My name is Enrique and my sister Brenda

Fuck you!

Please, a beer very cool

– We looking for a man with his features, able to survive in the most adverse situations and when the time comes to mate with an alien.

– We had four candidates, Alfredo Landa (rest in peace), El Cuqui (a fucker moocher) but happens to be a fictional character,  his friend Manolin but the age and overweight  discards, and finally you.

¿Realmente me estaba hablando en serio? La verdad no sabía sí me encontraba en la fase rem de un fantástico sueño, sí seguía persiguiendo al dragón o se me había vuelto a ir la mano una vez mas con el pacharán. Así que me puse en el papel de Plinio y me dispuse a desenmascarar a tan enigmático personaje.

– Excuse me doctor, before continuing with this, I need to ask you three questions.

– No problem.

– Why would that company works Lieutenant Ripley?

– Weyland Yutani Corp.

– Tell me without pause for breath the final scene of Roy Batty

– I’ve… seen things you people wouldn’t believe…  Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those… moments… will be lost in time, like tears… in… rain. Time… to die…

– There were weapons of mass destruction in Iraq?

– Of course!

Estaba claro, no mentía, su identidad era verdadera, tenía al otro lado del teléfono a un científico…americano.

Todo era muy misterioso, cuanto más quería saber, más se complicaba todo, me recordaba a una gran película del genero.

Seguimos la charla un buen rato y me confesó que necesitaba realizar conmigo una prueba de supervivencia extrema, pensé en que me soltarian en el desierto de Gobi o peor aún, una semana sin tomar una sola cerveza, me explicó que no, nada de lo que imaginaba, me trasladaría a los años 70, prescindiría de los avances tecnológicos que nos hacen mas placentera nuestra sedentaria vida.

La televisión por cable se me sustituiría de nuevo por la exinta señal analalógica, dos canales como antaño, en una Panasonic TR005  en blanco y negro

Adiós al cd, al mp3, al disco duro de mi equipo Hi-Fi, el cassete, la radio AM, el 8 pistas y el vinilo sonarían de nuevo en un Weltron.

Y quizás la prueba mas dura, el apagón del celular, nada de mensajitos, ni conversaciones en el autobús, tan solo un teléfono fijo, eso si, un Ericsson Cobra, así que desde el próximo 20 de Diciembre viviré sin movil, ardua prueba para los tiempos que corren, ¿la superaré? mucha gente me dice que es misión imposible pero yo creo que  salvaré con éxito el experimento.

Y es que en esta vida hay que probar sensaciones nuevas, experimentar, crear.

Hace ya un tiempo compré un Lucerne Jump Hour, perteneciente a la familia de los Space Age, años 60/70 aunque creo que mas bien de esta última década.

Lucerne no fue un fabricante  sino mas bien una empresa que se dedicaba a ensamblar relojes con maquinarias que iban desde el sencillo con un rubí hasta movimientos de 17 rubíes.

El ejemplar de hoy pertenece por la característica de su caja  a los denominados «Robot»  por su parecido, de carga manual con un ebauche de 1 rubí, ventanas para horas y minutos separadas.

Lo compré totalmete defenestrado, se arregló su maquinaria, se cromó su caja, se le puso un armís a juego que también se restauró, se pulió el plexi y en el dial se puso tipo holograma, el resultado este:

El cd acabo con el vinilo, el móvil con el fijo y el video mató a la estrella de la radio.

Kiss.

Fuentes: Las pepitas de oro que me salen de la almendra y las benditas endrinas del pacharán.