Mi querida madre, esta carta es para ti, sé que no la vas a leer porque apenas ya ves, a veces pienso lo duro que debe ser ir quedandose sin vista, lo desesperante que puede llegar a ser y tú, en cambio nunca pierdes la sonrisa, has aprendido a manejarte con el tacto y aunque a veces te pongas a hablar con un pilar del garaje de Hipercor creyendo que es el papá o me digas que me he puesto en la cabeza pues me brilla y te diga «mami, leches, que es el cartón», te partes el pecho de risa y me quedo mirandote y me digo «eres única madre»
Quiero que me perdones por todo el mal que te haya podido causar, por mi carácter, por no contarte mis cosas personales, por no hablar contigo lo suficiente, por las discusiones absurdas, incluso de lo mas malo que me haya ocurrido, me has enseñado a trillarlo como la paja y el grano, hasta sacar lo poco bueno que quedara.
En cambio, no encuentro palabras suficientes para explicar todo lo que siento por ti, todo lo que te quiero y todo lo que te debo.
Me trajiste al mundo pasados los 40, me criaste, me diste una educación, me protejiste, como me abriste las puertas de casa cuando lo necesité, como me apoyaste, sin preguntarme, sin contarte nada, siempre has estado a mi lado en mis momentos mas felices y como no, en los mas tristes.
Y tú en cambio nunca pides nada, tan solo tenernos cerca de ti, nuestro simple calor y compañia.
Prometeme que nunca te iras de mi lado, no puedo ni quiero imaginarme una vida sin ti y sí de verdad tu Dios existe, que yo no lo vea. Te acuerdas cuando de pequeño te decía que nunca me iba a casar que siempre estará a tu lado, pues a la postre viendo como ha ido mi vida pues creo que era verdad, yo siempre estaré ahí, a tu verita, cuidandote, de eso no tengas dudas.
Te podría llenarte de tesoros, de perlas y rubíes, de sedas y orquideas, pero hoy quiero dedicarte con todo mi amor tu canción favorita.
Con todo mi cariño la película que tanto te hizo soñar en tu juventud.
y con toda mi ternura uno de esos relojes , únicos y especiales, que solo salen a la luz en muy contadas ocasiones.
El Mondia Parade, un precioso mystery dial de los 70, automático, 25 rubís con movimiento 1916 y caja de fiberglass, una auténtica maravilla, como tú.
Feliz día de la madre.
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